miércoles, 31 de agosto de 2011

El AMOR





Pequeña
rosa,
rosa pequeña,
a veces,
diminuta y desnuda,
parece
que en una mano mía
cabes,
que así voy a cerrarte
y a llevarte a mi boca,
pero
de pronto
mis pies tocan tus pies y mi boca tus labios,
has crecido,
suben tus hombros como dos colinas,
tus pechos se pasean por mi pecho,
mi brazo alcanza apenas a rodear
la delgada línea de luna nueva
que tiene tu cintura
en el amor como agua de mar te has desatado
mido apenas los ojos más extensos del cielo
y me inclino a tu boca para besar la tierra.

Pablo Neruda

domingo, 28 de agosto de 2011

VIVIR


Vivir, es vibrar a cada instante,
ante la emoción de percibir
la maravilla de la creación que nos rodea.

Vivir, es entender ... Ver más
que cada minuto que transcurre no volverá.
Es atraparlo intensamente,
porque forma parte del tiempo,
que sabemos ha quedado en el ayer.

Vivir, es saber dar lo mejor de nosotros,
es vibrar en la bondad,
y llevar a su máxima expresión,
nuestra capacidad de ser.

Vivir, es gozar los momentos bellos
y desafiarse a sí mismo ante las adversidades.

Vivir, es aprender más cada día,
es evolucionar y cambiar
para hacer de nosotros
un ser mejor que ayer,
un ser que justifica su existir.

Vivir, es amar intensamente
a través de una caricia,
es escuchar en silencio
la palabra del ser amado.
Es perdonar sin réplica una ofensa
es aspirar la presencia del otro,
es besar con pasión a quien nos ama.

Vivir, es contemplar apaciblemente, la alegría de un niño,
escuchar al adolescente aceptando
sus inquietudes sin protestar.
acompañar con gratitud la ancianidad en su soledad.

Vivir, es comprender al amigo ante la adversidad y aunque
se tenga mil argumentos para contradecirlo o justificarlo,
finalmente sólo escucharlo,
es tener la capacidad de regocijarme ante sus triunfos
y su realización.

Vivir, es sentir que nuestro existir no fue en vano
y en la medida en que nos atrevamos
a dar lo mejor de nosotros
en cada momento, logremos manifestar
la grandeza de nuestra alma para amar.

Vivir, es permanecer en paz ante la presencia de Dios,
contemplando en silencio la inmensidad de su Ser.

Vivir, es vibrar y sentir, es amar y gozar,
es observar y superar, es dar y aceptar,
es ser y permanecer,
es comprender que nuestro tiempo es lo único que poseemos
para realizar plenamente nuestro ser.